La Loba Capitolina, también conocida como Luperca, fue durante años considerada la mítica loba que alimentó a los fundadores de Roma.
La loba romana amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, que según el mito, hijos de Marte fueron abandonados en el Tíber. Luperca los crío, y, años después, fundaron la ciudad de Roma.